La meditación ha sido objeto de numerosos estudios científicos que avalan sus beneficios en la salud mental y el bienestar general. Nazareth Castellanos, licenciada en Física Teórica y doctora en Neurociencia, ha dedicado más de 25 años a investigar el cerebro y su relación con prácticas contemplativas. En una entrevista reciente con Xuan Lan Yoga, profundizó en cómo la respiración y la meditación afectan positivamente el cerebro y las emociones.
La conexión entre respiración y cerebro
Durante mucho tiempo, la ciencia moderna se centró en estudiar el cerebro de manera aislada, sin considerar la influencia de otros órganos, dice la especialista. Sin embargo, en la última década, investigaciones han demostrado que la respiración tiene un impacto directo en áreas cerebrales relacionadas con la atención, la memoria y las emociones.

Un estudio publicado en 2012 en la revista Science reveló que la respiración influye en la dinámica neuronal, afectando funciones cognitivas clave. Allí se mostró que su influencia en el cerebro, por diferentes vías, impacta en áreas vinculadas a la atención, la memoria y las emociones.
«A esas vías anatómicas (que se descubrieron) se les llamó vías ascendentes Pranayama», dijo Castellanos, que además es directora de investigación del laboratorio Nirakara y cátedra extraordinaria de Mindfulness y ciencias cognitivas de la Universidad Complutense de Madrid
¿Qué es pranayama?
La palabra Pranayama se compone en sánscrito de las palabras prana: “respiración” y yama: “control” y por lo tanto, Pranayama significa literalmente “control de la respiración”, explica en su sitio web Xuan Lan Yoga.

Importancia de la respiración nasal
Castellanos destacó la diferencia entre la respiración nasal y la bucal. «Cuando respiramos por la boca estamos perdiendo capacidades importantes de filtrar el aire. En la nariz hay unos filtros térmicos que realizan una purificación del aire y que lo humedecen y lo calientan para que ingresen a una temperatura más adecuada a nuestro cuerpo», explicó.
Pero además, cuando respiramos por la nariz, se activa el bulbo olfativo. Esta estructura cerebral tiene una conexión directa con el hipocampo, que es esencial para la memoria, señaló Castellanos. Por lo tanto, la respiración nasal puede mejorar nuestras capacidades mnésicas y atencionales.
Influencia de las fosas nasales en los hemisferios cerebrales
La investigación liderada por Castellanos en la Universidad Complutense de Madrid ha demostrado que la respiración por cada fosa nasal afecta de manera diferente a los hemisferios cerebrales.
La fosa nasal derecha está vinculada con la activación del hemisferio izquierdo y viceversa.
Además, prácticas como el Pranayama en yoga, que buscan equilibrar la respiración por ambas fosas, pueden fomentar una comunicación más eficiente entre los hemisferios, mejorando funciones cognitivas y emocionales.
Ritmo respiratorio y su impacto en el cerebro
El ritmo de nuestra respiración también juega un papel crucial, dice Castellanos en la entrevista realizada por Xuan Lan Yoga. Una respiración lenta y profunda, con exhalaciones más prolongadas, puede inducir un estado de calma y reducir la respuesta al estrés.
Estudios recientes indican que alargar la exhalación activa áreas cerebrales que moderan la respuesta al estrés, promoviendo una sensación de bienestar y relajación.
Preparación para la meditación: el papel del cuerpo
«Para meditar hay que estar relajado», sostuvo la especialista y apuntó que antes de meditar, es fundamental preparar tanto la mente como el cuerpo. Castellanos enfatizó en la importancia de la consciencia corporal, conocida como «bodyfulness«.
«El estrés es casi pandémico, todos llevamos un estilo de vida muy ajetreado. A mí me ha servido mucho es reconocer esa naturaleza inercial del cerebro: si llevo todo un día haciendo muchas cosas, no por entrar a una sala de meditación todo para. El cerebro tiene un gran eco, una gran memoria de lo que ha ido pasando, entonces hay que ir aterrizando, bajar un poco la cantidad de actividad que ha procesado el cerebro», explicó.
El bodyfulness implica la realización de movimientos lentos y conscientes, como ciertas posturas de yoga o asanas, que pueden ayudar a sincronizar la mente y el cuerpo, facilitando una meditación más profunda y efectiva.
Mirá aquí la entrevista completa.