Una de cada tres especies de árboles está en peligro de extinción

Alerta roja en los bosques: una de cada tres especies de árboles, en peligro de extinción.

Más de un tercio de las especies de árboles a nivel mundial se encuentran amenazadas de extinción. Así lo indica la última actualización de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el inventario global más exhaustivo sobre el estado de conservación de especies.

Según los datos de la UICN, a 2024 de las aproximadamente 60.000 especies de árboles estimadas en el planeta, más de 20.000 se clasifican actualmente en alguna categoría de peligro de extinción. Esta cifra representa una proporción alarmante que subraya la magnitud de la crisis forestal global.

La mayor proporción de árboles amenazados se encuentra en las islas. Los árboles insulares corren un riesgo especialmente alto debido a la deforestación para el desarrollo urbano y la agricultura en todas las escalas, así como a las especies invasoras, las plagas y las enfermedades. Además, el cambio climático amenaza cada vez más a los árboles, especialmente en los trópicos, a través del aumento del nivel del mar y de tormentas más fuertes y frecuentes.

Abordar estas amenazas, sumar a su protección y restauración del hábitat, así como la conservación ex situ a través de bancos de semillas y colecciones de jardines botánicos, son fundamentales para prevenir las extinciones en las islas y en todo el mundo, indica la UICN.

La Lista Roja también muestra que la pérdida de árboles es una amenaza importante para miles de otras plantas, hongos y animales. Esto se debe a que son el componente definitorio de muchos ecosistemas, por lo que su presencia es fundamental para la vida en la Tierra a causa de su papel en los ciclos del carbono, el agua y los nutrientes, la formación del suelo y la regulación del clima.

Las personas también dependen de ellos para varios aspectos de su vida diaria: más de 5.000 de las especies de árboles incluidas en la Lista Roja de la UICN se utilizan para la madera en la construcción y más de 2.000 especies para medicinas, alimentos y combustibles respectivamente.

Tala de árboles
Tala. Foto: Freepik

Causas de la extinción de árboles: agricultura, tala e incendios

Diversos factores confluyen en esta preocupante situación, siendo la actividad humana el principal motor de la amenaza. Entre las causas más relevantes, la UICN destaca:

  • Expansión agrícola: El incremento de la superficie destinada a la agricultura, especialmente para cultivos intensivos y ganadería, implica la conversión de áreas forestales en terrenos de cultivo, destruyendo hábitats arbóreos.
  • Tala insostenible: La demanda global de madera y productos forestales impulsa la tala, tanto legal como ilegal, ejerciendo una presión significativa sobre las poblaciones de árboles.
  • Incendios forestales: La frecuencia e intensidad de los incendios forestales se han incrementado, en parte debido al cambio climático. Estos eventos catastróficos destruyen extensiones de bosque y dificultan la recuperación de las especies arbóreas.
  • Cambio climático: Las alteraciones en los patrones climáticos, como el aumento de temperaturas y sequías, debilitan la salud de los individuos, incrementando su vulnerabilidad ante plagas y enfermedades.
  • Especies invasoras: La introducción de especies vegetales y animales exóticas en nuevos ecosistemas puede generar competencia con los árboles autóctonos, alterando los equilibrios ecológicos y desplazando a las especies nativas.

Consecuencias de la pérdida de árboles: Impacto ambiental y social

La desaparición de las especies arbóreas tendría graves repercusiones a nivel global. Los árboles desempeñan funciones ecológicas esenciales y su declive acarrearía consecuencias ambientales y sociales significativas:

  • Reducción de oxígeno: Son fundamentales en la producción de oxígeno a través de la fotosíntesis. La disminución de su número podría afectar la calidad del aire y la disponibilidad de este gas vital.
  • Aceleración del cambio climático: Actúan como sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. La deforestación libera este CO2 almacenado, contribuyendo al efecto invernadero y al calentamiento global.
  • Pérdida de biodiversidad: Los ecosistemas forestales albergan una gran diversidad de especies. La extinción de árboles conlleva la pérdida de hábitats y pone en riesgo la supervivencia de numerosas especies de flora y fauna asociadas a estos entornos.
  • Desertificación del suelo: Juegan un papel crucial en la protección del suelo contra la erosión. Su desaparición incrementa la degradación del suelo, favoreciendo la desertificación y la pérdida de tierras fértiles.
  • Impacto en comunidades humanas: Millones de personas dependen directamente de los bosques para obtener recursos esenciales como alimento, medicinas, materiales de construcción y otras formas de sustento. La deforestación amenaza la subsistencia de estas comunidades.  

Incendios forestales. Foto: Canva
Incendios forestales. Foto: Canva

Acciones para la conservación de árboles: Un futuro esperanzador

A pesar de la gravedad de la situación, aún existen posibilidades de revertir esta tendencia. Organizaciones como la UICN lideran esfuerzos para la protección de árboles amenazados, y la acción individual y colectiva es fundamental.

¿Qué medidas se pueden adoptar para evitar la extinción de árboles?

  • Información y sensibilización: Difundir la problemática y concienciar a la población sobre la importancia de la conservación es un paso crucial para generar un cambio.
  • Consumo responsable: Adoptar hábitos de consumo que minimicen el impacto sobre los bosques, como reducir el consumo de productos vinculados a la deforestación, es una medida efectiva.
  • Apoyo a la conservación: Colaborar con organizaciones dedicadas a la protección de bosques, mediante donaciones o voluntariado, contribuye directamente a la conservación.
  • Participación en reforestación: Sumarse a iniciativas de reforestación o de hacer plantaciones en entornos domésticos o comunitarios representa una acción tangible para aumentar la masa forestal.
  • Demanda política: Solicitar a los representantes políticos la implementación de políticas públicas que promuevan la protección de los bosques y la lucha contra el cambio climático es esencial para un cambio sistémico.

Fuente: IUCN